APOSTOLADO GOSPA REINA DE LA PAZ INTL
HUMILDAD Y CONVERSION
El Santo Rosario
Los grupos de oración siempre deben incluir el Rosario.
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“Les pido a las familias de la parroquia que recen el rosario en familia. Deben orar en sus familias.” (27 de septiembre de 1984)
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“Les pido que le pidan a todos que recen el rosario. Con el rosario ustedes vencerán todos los disturbios que Satanás trata de imponer sobre la Iglesia Católica. Ustedes sacerdotes, recen el rosario, dediquen un buen tiempo a rezar el rosario.” (25 de junio de 1985)
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“Queridos niños, revístanse de armaduras en contra de Satanás, con los rosarios en la mano, ustedes vencerán.” (8 de agosto de 1985)
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“Queridos niños, los llamo para que recen el rosario. El rosario rezado con alegría debe ser su compromiso, y así ustedes comprenderán el porqué yo les he visitado por tanto tiempo. Deseo enseñarlos a orar.” (12 de junio de 1986)
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“Oren y tengan el rosario siempre en sus manos como una señal a Satanás de que ustedes me pertenecen.” (25 de febrero de 1986)
En Lourdes y en Fátima, María apareció con el rosario. En Fátima ella le pidió a los tres niños que rezaran el rosario diariamente. El rosario no es nada nuevo. María nos está pidiendo que lo recemos por muchos años. El rosario viene desde siglos atrás. Existe una versión primitiva, antes de Cristo, donde los devotos “movían las cuentas”. En otras palabras agarraban un puñado de Piedras y rezaban una oración por piedra, arrojándola después.
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Algunas personas se quejan de que el rosario es monótono, rezando Ave María tras Ave María . Una vez mas, María no quiere nuestros labios, ella quiere nuestros corazones.
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La Santísima Virgen quiere que nos abandonemos a Dios. Esta conversión a Dios comienza con encauzar nuestras mentes hacia Dios. Nuestra mente, nuestros pensamientos, nuestras meditaciones deben concentrarse en la meditación de los misterios de Cristo. Si deseas vivir los misterios de Santo Rosario, los cuales enfocan a Jesús, debes pensar en ellos primero. Esta es la forma mariana de orar. Medita en el evento más importante del misterio, según vas diciendo el rosario.
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Reconocemos la acción salvadora del Dios infinito en la oración del rosario. El actúa aquí en la tierra comenzando con María, llevándonos por la vida de Jesús, su muerte y su resurrección y concluyendo con la coronación y el reinado de María.
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El rosario nos enseña lo siguiente:
Misterios Gozosos (lunes y sábado)
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La Encarnación del Hijo de Dios
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La Visitación de nuestra Señora a su prima Isabel
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El nacimiento del Hijo de Dios en el portal de Belén
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La presentación de Jesús en el Templo
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El Niño Jesús perdido y hallado en el Templo
Misterios Dolorosos (martes y viernes)
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La oración en el Huerto
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La flagelación de Jesús atado a la columna
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La coronación de espinas
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Jesús con la cruz a cuestas camino del Calvario
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La crucifixión y muerte de Jesús
Misterios Gloriosos (miércoles y domingo)
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La Resurrección del Hijo de Dios
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La Ascensión del Señor al cielo
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La venida del Espíritu Santo
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La Asunción de María al cielo
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La Coronación de María como Reina y Señora de
todo lo creado
Misterios Luminosos (jueves)
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El Bautismo en el Jordán
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Las bodas de Caná
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El anuncio del Reino de Dios
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La Transfiguración
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La instauración de la Eucaristía
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Las oraciones del Rosario
La Señal de la Cruz
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
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El Credo de los Apóstoles
Creo en Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la Comunión de los Santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.
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El Padrenuestro
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén.
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El Avemaría
Dios te Salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
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El Gloria
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
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Oración de Fátima
Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de tu misericordia.
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La Salve
Dios te Salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve. A ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos, y, después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen María!
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Oración después del Rosario
Oh Dios, cuyo Hijo unigénito, por su vida, muerte y Resurrección nos ha merecido el premio de la bienaventuranza eterna, concédenos a quienes meditamos los misterios del Santísimo Rosario de la Virgen María, imitar lo que en ellos se contiene y alcanzar lo que prometen, por el mismo Jesucristo, Nuestro Señor. Amén.
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Rezar el Rosario
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Haga la “Señal de la Cruz” y rece el “Credo de los Apóstoles”.
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Rece el “Padrenuestro”.
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Rece tres “Avemarías”.
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Rece el “Gloria”.
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Anuncie el primer misterio, luego rece el “Padrenuestro”.
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Rece diez “Avemarías” mientras medita sobre el misterio.
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Rece un “Gloria” y la “Oración de Fátima”.
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Anuncie el segundo misterio, luego rece el “Padrenuestro”.
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Repita los pasos 6 y 7, y continúe con el tercero, cuarto y quinto misterio.
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Rece la “Salve”.
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Rece la “Oración después del Rosario”.
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